lunes, 19 de noviembre de 2012

TINTORETTO (1518-1594)


Jacopo Comin, apodado el Tintoretto, fue uno de los grandes pintores de la escuela veneciana y probablemente el último gran pintor del Renacimiento italiano.

 

Por su fenomenal energía y empeño a la hora de pintar fue apodado Il Furioso, y su dramático uso de la perspectiva y los especiales efectos de luz hacen de él un precursor del arte barroco. Sus trabajos más famosos son una serie de pinturas sobre la vida de Jesús y la Virgen María en la Scuola Grande di San Rocco de Venecia. Su gran modelo en el dibujo fue Miguel Ángel.

PAOLO VERONESE (1528-1588)


Paolo Caliari o Paolo Cagliari, también conocido en España como el Veronés, fue un pintor italiano, figura central del manierismo veneciano. Nacido en Verona, a los 32 años viaja a Roma para estudiar los techos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel, cuya influencia se deja notar en las obras posteriores, como los frescos de la Villa Barbaro, en Máser.

 

En 1573 fue llevado ante el tribunal de la Inquisición, al entenderse que pintaba los temas religiosos con una excesiva libertad que rozaba la irreverencia. Veronés argumentó que añadía personajes, animales y otros elementos por exigencias creativas.

 

Aprendió de los grandes maestros venecianos, Tintoretto y Tiziano. Se lo considera creador, junto con Tiziano, de un estilo suntuoso y colorista, que en Venecia se prolongó hasta el siglo XVIII.

 

Prefiere los grandes formatos. Su estilo se caracteriza por el lujo, la arquitectura clásica que enmarca sus escenas y el rico aunque suave colorido. Enmarca sus escenas en amplias arquitecturas, rasgo que lo hace precursor del barroco. Su tratamiento del color se anticipa a la pintura francesa del siglo XIX. Prefiere los tonos fríos y claros: gris, plata, azules y amarillos.

 

Su temática es religiosa, pero representa las escenas bíblicas al modo de las grandes fiestas venecianas, reflejando así la alegría de vivir. Los trajes son fastuosos y el ambiente, suntuoso. Puebla sus obras de multitud de personajes en grandilocuentes arquitecturas. Estas creaciones chocaban frontalmente con la fidelidad histórica de los hechos bíblicos, lo que motivó las fricciones entre el artista y la Iglesia.

 

Su técnica se destaca por la perfección en el dibujo. Se lo considera uno de los artistas más destacados de la escuela veneciana. Su trascendencia en el estilo posterior permite clasificar su obra de prebarroca, en particular por la elegancia de la forma, su gusto por las atmósferas diáfanas y el sentido decorativo de la composición.

 

Rococo


El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre aproximadamente los años 1730 y 1760.

 

El rococó es definido como un arte individualista, antiformalista y cortesano. Se caracteriza por el gusto por los colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la naturaleza, la mitología, la belleza de los cuerpos desnudos, el arte oriental y especialmente en los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las relaciones humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado, exótico y sensual.

Historia de la palabra

Según Étienne-Jean Delécluze, el término «rococó» fue inventado en torno al año 1797 como una broma por Pierre-Maurice Quays, alumno de Jacques-Louis David. Supuestamente se trataría de una asociación de las palabras francesas "rocaille" y "baroque" (barroco), la primera de las cuales designa una ornamentación que imita piedras naturales y ciertas formas curvadas de conchas y mariscos. El término rococó tuvo durante mucho tiempo un sentido peyorativo, antes de ser aceptado a mediados del siglo XIX como un término propio de la historia del arte.

Contexto histórico y social

Su precedente se sitúa en los inicios del siglo XVIII coincidiendo con la regencia de Felipe de Orleans, cuando empezaron los tímidos cambios que anunciaban el final del estilo tardobarroco y su evolución hacia la expresión de un gusto más contemporáneo, independiente y hedonista, contrapuesto al arte oficial, inflexible y ostentoso del reinado de Luis XIV. La transición del rococó, también conocido como el «estilo Luis XV», a nuevas formas y expresiones artísticas empezó hacia 1720.

 

Este estilo, llamado en su tiempo «del gusto moderno», fue despreciado por sus críticos y detractores neoclasicistas con la palabra rococó, que es una composición de «rocaille» (piedra) y «coquille» (concha marina), puesto que en los primeros diseños del nuevo estilo aparecían formas irregulares inspiradas en rocas marinas, algas y conchas. Otras versiones buscan el origen en rocaille, un tipo de ornamentación de los decoradores de grutas de los jardines barrocos y que se distinguía por su profuso ensortijamiento. Aunque el Rococó haya sido un arte convencionalista y cortesano, es un ejemplo de cómo el arte es expresión de la vida social y de cómo un estilo puede estar dirigido a individuos dentro de dicha sociedad y no a sus monarcas o dioses.

 

El estilo se expresa sobre todo en la pintura, la decoración, el mobiliario, la moda y en el diseño y producción de objetos. Su presencia en la arquitectura y la escultura es menor, puesto que su ámbito fundamental son los interiores y, en menor grado, las composiciones monumentales.

 

 

Las excavaciones entre 1738 y 1748 de Pompeya y Herculano y su divulgación despertaron una verdadera fascinación por el «gusto a la griega», embrión del que, una vez consolidado, conoceríamos como Neoclasicismo y que coincide con el reinado de Luis XVI. Durante este periodo el rococó mantuvo una gran hegemonía sobre los demás

 

Manierismo



LUIS LAZO CHAPARRO

 

Luis Lazo nació en San Salvador el 6 de enero de 1960.

 
Ha estudiado en escuelas de arte como la de Diseño Gráfico de la Universidad Iberoamericana, en México D.F.; la Academia de Pintura de Rosa Mena Valenzuela, en San Salvador; el Taller de cerámica de Alfonso Mirón, en Guatemala y la Academia de Arte Lorenzo de Médicis en Florencia, Italia.

 
Ha participado en numerosas exposiciones en Europa , Centro, Norte y Sur América

EXHIBICION DE LOS CUADROS DEL VIA CRUCIS DEL PINTOR SALVADOREÑO LUIS LAZO CHAPARRO EN LA CRIPTA DE LA TUMBA DE MONSEÑOR OSCAR ARNULFO ROMERO, EN LA CATEDRAL METROPOLITANA DE SAN SALVADOR.

 

 
La fe que el pintor Luis Lazo tiene en el catolicismo lo llevaron pensar en pintar cada una de las estaciones que Jesucristo vivió camino a la cruz donde fue crucificado. Lo que en un inicio era solo una intención, se llegó a concretar hace un par de semanas cuando decidió comenzar a plasmar el Vía Crucis de una forma que combinara la belleza del arte con la fe religiosa.

 
La exhibición reúne 14 cuadros de gran formato (2 por 1.25 metros) en técnica acrílico sobre tela. En ellos se observa cada una de las estaciones de la Pasión de Cristo, desde su aprehensión hasta su sepultura.

 

"Los cuadros son una representación figurativa que están basados en la Biblia y en libros de imaginería católica. He utilizado un lenguaje sencillo y directo para que los puedan entender todos", explicó el pintor.

 

Los cuadros son una representación figurativa basados en la Biblia y en libros de imaginería católica. Su lenguaje es sencillo y directo para que se puedan entender.











 

Excapres













Salon Rosado







Salon Azul